ESCLARECEDOR ARTÍCULO FIRMADO POR MÁS DE 500 MUJERES. ME PARECE DE LA MÁXIMA IMPORTANCIA LEERLO Y COMPARTIRLO.
Saludos
Gonzalo
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El Mercurio.
Cartas
Viernes 29 de abril de 2016
Señor Director:
Algunas palabras en relación con la columna de opinión "Hablemos de
violación", de la escritora Isabel Allende, publicada en "El Mercurio"
el miércoles pasado, en que la galardonada literata invita a los hombres
a imaginar en toda su magnitud lo que significa una violación.
Le rogamos a la señora escritora que antes de decir que el aborto se
trata solamente del derecho sobre su cuerpo, que imagine que ella es la
hija que aún vive dentro del vientre materno. Que sienta cómo late
aceleradamente su propio corazón y sienta con sus pequeñísimos dedos el
agua tibia que la rodea. Que escuche el rítmico latir del corazón de esa
mujer que le es tan familiar y cercana. Esa mujer que es para ella, en
los albores de su propia biografía, todo su mundo. Que visualice con
detalle cómo esta de un minuto a otro ya no la protege y deja que la
ataquen brutalmente. Sienta el primer contacto forzado que convierte el
calor en frío húmedo y le genera un intenso dolor que la transfixia y
que en minutos acaba con su vida... Pero que se detenga antes de eso. Le
pido que sienta el dolor de la niña, el terror, la desolación.
¿Si ella pudiera poner el relato en la boca de esta niña, con el
talento que la caracteriza, qué relato pondría? ¿No sería su relato una
súplica de justicia? ¿No sería un grito de mujer a mujer advirtiéndole
con todas sus fuerzas a aquella mujer ya no familiar y ya no cercana:
"no soy parte tuya ni de tu cuerpo"? Y si las dos mujeres pudieran
mirarse imaginariamente: ¿no se verían como en un espejo, ambas
aterradas y en el más profundo desamparo? ¿No diría la niña temerosa a
la angustiada mujer-madre: por qué debe ser destrozada mi historia?".
Probablemente no haya femicidio más espantoso en nuestra sociedad, que
ha sido incapaz de evitar eficazmente la violencia contra la mujer, que
el de una mujer asesinada en el vientre de una madre-víctima, que en su
desesperación no fue capaz de distinguirla de una parte más de su
cuerpo.
Necesitamos detener la violencia contra la mujer.
Compartimos la lucha por una sociedad que trabaje por erradicarla. Pero
la peor de las agresiones contra la mujer es la que se ejerce, al ser
incapaz de ver a la más indefensa entre nosotras, la que clama por
justicia desde el vientre materno, pidiendo que reconozcamos su
existencia. Esta no apela al derecho a seguir sus estudios ni pide
igualdad de oportunidades... No. Su súplica es más básica que eso. Se
conforma con que la dejen vivir.
Con su voz silenciada por el
agua, la niña sueña con que alguna vez alguien como la escritora, con
ese indiscutible don que tiene, y la fama mundial que ostenta en este
mundo de los "nacidos", le prestara su voz para narrar lo que ella vive.
Alejandra Florenzano; Antonio Muñoz Espina; María Rojas Cruz; Viviana
Espinoza R.; Beatriz Shand Klagges; Carolina Aguilera M.; M. Ester
Goldsack; Marcela Castillo H.; Rosario Rivadeneira H.; Montserrat Lemus
M.; Rocío Strodthoff R-E.; Francisca Ferrecio P. (Esta carta la
suscriben 500 personas)
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Enlace a la carta original: http://www.elmercurio.com/ blogs/2016/04/29/41344/ Hablemos-de-violacion.aspx
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