La
elección de Jorge Sharp como nuevo alcalde de Valparaíso ha provocado
sorpresa, pues derrotó por amplia mayoría a los candidatos de las
coaliciones tradicionales; en especial, derrotó al alcalde en ejercicio,
Jorge Castro de la UDI. Y ha provocado una cierta preocupación no sólo
por la juventud que él ostenta, sino mucho más porque a pesar de esa
juventud, ya carga sobre sus espaldas
una historia que no puede dejarse de lado a la hora de hacer
predicciones acerca de su futuro comportamiento.
Mucho se ha
hablado, por ejemplo, de la derrota del candidato de la Nueva Mayoría,
el DJ Leopoldo Méndez, atribuida a que es una persona identificada con
los programas de farándula de nuestros medios de comunicación. Pero, ha
de advertirse que si bien Leo Méndez practica la farándula cuando sube a
un escenario, en su vida cotidiana ha sido una persona habitualmente
seria y responsable. Sharp, por el contrario, busca ahora, cuando está
arriba del escenario, comportarse como alguien serio; pero cuando estaba
en su vida normal -si así se la puede llamar- lo hacía como un payaso, y
de muy dudosa categoría.
Sorprende, por otra parte, la
frivolidad con que la derecha ha pretendido desmarcarse de la derrota de
su abanderado, el hasta hoy alcalde Jorge Castro. Pablo Longueira,
ex-dirigente de la UDI, señala en reciente entrevista a El Mercurio que
"...¡el fenómeno Sharp no existe! Solo hubo un trasvasije natural de la
NM al candidato que paró Boric. . . Si la Concertación hubiese nominado
un buen candidato no gana Sharp". Para declaraciones descabelladas, esta
tal vez se lleve la palma, porque ¿dónde estaba Castro entretanto?
Burdo afán por ocultar un fracaso que es el de Castro, pero también de
toda la UDI y del resto de la derecha. Y que no es sino fruto del estado
de indignación en que se encuentran los porteños que ven cómo los
problemas que enfrenta la ciudad -que son los de ellos- no han hecho
sino agravarse durante los dos períodos en que Castro ha sido alcalde de
la ciudad.
Por cierto, será menester dar al nuevo alcalde un
tiempo prudencial para que demuestre sus dotes. La pregunta inevitable
es ¿las tendrá? Como todo, lamentablemente, hace predecir una respuesta
negativa, habrá que estar en estado de constante alerta para evitar
males aun mayores que los que padece esta sufrida y querida ciudad.
No hay comentarios.:
Write comentarios