VALPARAÍSO Y SU ALCALDÍA

Agradezco, antes que nada, a todos los amigos de FB que con mucha generosidad han opinado acerca de la entrevista que me hizo el diario La Segunda y que fue publicada ayer jueves 21 de este mes. Tanto a los que fueron favorables como a los que no lo fueron tanto. Esa entrevista tuvo su origen precisamente en un artículo sobre el caso de Leopoldo (DJ) Méndez que publiqué en FB hace unos días y que también fue recogido por ese diario, entre muchos otros medios.

Por cierto, no es ni mi idea ni mi tarea andar proclamando candidatos a alcalde, ni en Valparaíso ni en ninguna otra parte. Pero sí, en Valparaíso especialmente, someter a examen las ideas y proyectos para nuestra ciudad de quienes efectivamente lo son. Es cierto que las condiciones personales de quienes son candidatos constituyen asimismo un elemento que se ha de tener en cuenta a la hora de las conclusiones. También, el juicio acerca del desempeño que puedan haber tenido en el ejercicio de un cargo de responsabilidad pública; en especial, si ha sido el de alcalde. No estoy disponible para descalificar a ninguno por el solo hecho de haber trabajado para la entretención de los demás, porque para hacer ahí bien la tarea, como en cualquier otro ámbito, se requiere disciplina, esfuerzo y mucha constancia. Son muchos los casos que se pueden traer a la memoria; pero quedémonos con el de Ronald Reagan que, de mediocre vaquero en las películas del Far West, se convirtió en uno de los mejores Presidentes de los EE.UU. hasta el punto de haber merecido el honor de un atentado contra su vida.

Es en ese marco que he dicho que podrá contar con mi apoyo quien, sobre todo, tenga muy claros sus ideas y proyectos. No conozco en detalle los de Leo Méndez, pero no los descalifico antes de conocerlos. Si sé, como porteño, cuántas son las enormes carencias de Valparaíso y la poca y escasa capacidad de respuesta que han tenido los distintos gobiernos comunales durante los últimos 25 años; para qué decir, de la capacidad de anticipación. Esa ha sido prácticamente nula. 

Por ejemplo, respecto del vaciamiento humano de la ciudad especialmente grave en sus barrios tradicionales como el Almendral, hoy en estado de práctica ruina y muy despoblado. Asimismo, en cómo conectar los barrios sobre la avenida Alemania con el camino de La Pólvora de modo de terminar con el aislamiento de ellos. En cómo recuperar el comercio detallista, hoy practicado impunemente y de manera ilegal en todas la calles de la ciudad hasta un grado de infinita saturación. No fui favorable, al comienzo, al proyecto de construir un Centro Comercial en el sector del Barón. Creo, sin embargo, que desarrollar pronto ese proyecto contribuirá eficazmente a desterrar el comercio callejero ilegal como asimismo a recuperar el Almendral.

La competitividad del puerto, por su parte, afectada por la demora en la construcción del Terminal Dos, exige un fiel y oportuno cumplimiento de las bases en que éste fue licitado y adjudicado y que, en su momento, nadie objetó. Y la limpieza de la ciudad que exige terminar con la actividad de quienes no son sino pintarrajeadores de cuanto muro encuentran por delante. En este punto, no está demás decirlo, parece interesante la idea del candidato Méndez para llamar a concurso de murales para ocupar la menos de esos lugares

Hay problemas que escapan a las posibilidades de un alcalde para procurarles solución. Pero, él debe ser quien lidere a la ciudad para exigir de quien corresponda esas soluciones. Pienso, por supuesto, en las graves falencias que presenta la seguridad de personas, bienes y familias. Como asimismo en los actos de vandalismo que se cometen en marchas, tomas y manifestaciones a propósito de temas de política nacional. No se pueden tolerar ni un día más las graves perturbaciones a que se somete la ciudad y al resto de sus habitantes; como tampoco, los daños que ella sufre en cada uno de estos episodios.

Ahora, llega el momento de que cada candidato ponga sus cartas sobre la mesa. Esa será la hora de la verdad para que, informadamente, todos podamos tomar decisiones.