Celebración por la vida
Señor Director:
Hoy nos reuniremos frente a La Moneda hombres y mujeres de buena
voluntad para manifestar nuestro compromiso por la vida desde la
fecundación hasta la muerte natural. Esta celebración se realizará
también en varias ciudades a lo largo y ancho de Chile. Será una fiesta
familiar que va a reunir a miles de personas diversas, que se
diferencian por su fe, por sus opciones
políticas, por sus profesiones y oficios, por su situación social y
cultural, por su etnia y raza, pero que tienen en común la opción
decidida por el respeto a la vida, el primer derecho humano a proteger.
Así, los que vamos a asistir queremos mostrar con fuerza a todo Chile
que la defensa de la vida es nuestra opción y nuestro compromiso.
Como se sabe, el actual proyecto de ley de despenalización (o más bien
de legalización) del aborto ha seguido su curso en el Parlamento. Las
tres causales han sido ya analizadas en diversas instancias. Hemos
explicitado que en la primera causal -riesgo materno- la ley actual
contempla el proceder médico adecuado para proteger la salud de la
madre. En la segunda y tercera causal, el cuidado y la dignidad de la
vida del niño que está por nacer y el acompañamiento y apoyo a la madre
deben ser focos clave del apoyo de la sociedad. En estas tareas de
respeto y cuidado a la vida estamos comprometidos en la UC, con
propuestas claras de soporte a las madres.
Es necesario
insistir una vez más en la defensa de la vida de ambas personas, que
están íntimamente relacionadas. Por una parte la madre que sufre un
embarazo vulnerable, con dolor, desolación y a veces abandono. Por otra
parte, el niño que está en gestación, que es una persona y merece la
dignidad de todo ser humano. Así, es preciso insistir en el valor del
cuidado de la madre y del respeto del derecho a vivir del niño que está
por nacer, el más inocente y vulnerable de todos. Proteger ambas vidas
es cuidar un derecho esencial. Una sociedad desarrollada se reconoce por
respetar la vida, el primer derecho humano.
El derecho a la
vida debe ser respetado desde la fecundación hasta la muerte natural.
Desde el inicio de la vida, todos estamos llamados a reconocer la
dignidad como un valor intrínseco a toda vida humana, con un destino
trascendente. La celebración de hoy es un llamado a cuidar la vida de
los más vulnerables, de quienes más nos necesitan.
Ignacio Sánchez D.
Rector, Pontificia Universidad Católica de Chile
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